Muy bien -- Muy mal.
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Es buy bueno y esta muy bien estar orgulloso de nuestros países, añorar nuestras propias costumbres cuando nos alejamos, por ejemplo, yo me alejé solo 480 km de distancia del sitio que me vio nacer, incluso dentro de mi propio país y encontré un universo de cosas distintas a las que estaba acostumbredo. Vi primero todo lo malo, todo lo reprochable, todo lo sucio, toda la ignorancia, la delincuencia, la corrupción y eso dentro de mi propio país, o sea todo lo malo que no veia en mi ciudad natal, una pequeña ciudad, a diferencia de la ciudad capital de mi país (cual es, no importa, al final el caso es el mismo siempre donde sea). Igual me quedé, aprendí lo que necesitaba y sobreviví, con el tiempo, ví lo bueno, amigos como los que nunca tuve en mi ciudad, oportunidades de trabajo con salarios superiores, mujeres cariñosas, ambientes sanos pero tambien costosos.
Finalmente, de todo hay en todas partes. He conocido Colombianos Excelentes aca en mi país (repito, no importa cual sea, es lo mismo donde sea siempre), Don Leonardo un señor sincero, amante de su familia y con ganas de hechar pa lante carajo (com el mismo decia), que igual se tomaba contigo unas cervecitas frias, como un trago de ron. Mi señora, una Colombiana - Tica, que es un amor de mujer en la que confío ciegamente.
Conosco peruanos muy amables y serviciales, Don Lucho, en su pequeño quisco, saludando a todos los clientes frecuentes por nuestros nombres, dandole crédito a aquellos que se lo ganaron por ser igual de amables y dignos de su confiansa (un amigo que a veces se desvalanceaba, terminaba comiendo ahi alguna vez para pagarle al día siguiente lo consumido).
Conocí españoles, Belgas, dominicanas, Nicaragüenses, argentinos y argentinas, colombianos, chinos y chinas, todos vinieron a mi país a trabajar, asi como ahora van a EUA o a Alemania. La inmensa mayoría buenos, algunos no tanto.
Pienso lo mismo que tú, no abandonaría mi país por nada, es más, ansío lograr lo que deseo y regresar a mi pequeña ciudad, que en estos ultimos años ya no es tan pequeña. Detesto cuando escucho a un compatriota criticando los inmigrantes por el solo hecho de ser inmigrantes, me parece ignorancia y fomentar estereotipos. Abandonemos esa actitud, tratemos primero de ser más amables con nuestro vecino, luego con el conciudadano, luego con el compatriota. Los centroamericanos entre nosotros y los Suramericanos entre ustedes, luego todos los americanos en conjunto, para poder vivir un poco más en paz y que aquellos combatientes ansiosos de venganza por algo, no tengan más porque desearla y pasen a ser cosa del olvido, de lo contrario, terminaremos desconfiando hasta de la misma gente que tenemos en casa.Anonymous 08 août 2006, 10:48 - Signaler un abus