Encontrar un trabajo en Bélgica no es necesariamente tan difícil como se cree, o lo sugieren las estadísticas; aunque es preciso que tengas un poco de experiencia, algún tipo de calificaciones, y mucha paciencia.
En caso de que tengas un pasaporte de la Unión Europea ya puedes trabajar en Bélgica, bajo la reforma que garantiza el libre tráfico de personas dentro de la Unión. Una vez que hayas encontrado un trabajo, sólo has de registrarte en tu localidad y así obtendrás automáticamente un permiso de residencia.
Si no tienes un pasaporte europeo lo encontrarás más difícil, ya que un empleador interesado en ti necesitará la aprobación del Ministerio de Trabajo antes de poder contratarte.
Hay muchos extranjeros en Bélgica, un número incluso más alto que lo que muestran las estadísticas, ya que aquellos que trabajan para organizaciones internacionales (particularmente en el área de Bruselas) no son considerados residentes.
Lo que asemeja a Bélgica con otros países europeos es el endurecimiento de las leyes migratorias en los últimos años en un intento de proteger a sus ciudadanos durante un período de alto desempleo.