Una vez que ambas partes han llegado a un acuerdo sobre la venta de una propiedad, puedes firmar un contrato. Este proceso tiene varios pasos.
Una vez que has alcanzado un acuerdo sobre el precio y otras condiciones, primero debes firmar un acuerdo de promesa de compra-venta (koopakte). Éste contiene todos los detalles de la venta y algunos párrafos con condiciones. Si estas condiciones no se cumplen, entonces el acuerdo puede romperse sin consecuencias serias.
Ten en cuenta que hay un período de tres días luego de la firma, en el que el comprador puede retirarse del acuerdo sin necesidad de pagar una multa (aún si las condiciones no se aplican).
Los párrafos de condiciones normalmente contienen información acerca de la hipoteca y la inspección de la estructura. Si el comprador no logra obtener una hipoteca es posible que la venta no ocurra, y el vendedor no tiene que pagar una multa por romper el acuerdo. Si la inspección de la estructura da como resultado que habrá altos costes relacionados con las renovaciones de la vivienda, el acuerdo también puede romperse.
Si todas las condiciones se cumplen, ambas partes proceden a la firma del contrato de compra-venta, que asegura el traspaso de la propiedad. Este contrato es usualmente redactado por el agente inmobiliario o un notario.
El contrato debe ser firmado por el comprador, el vendedor y el notario, y no debería tener muchas diferencias con el acuerdo de promesa de compra-venta.
Para cerrar el traspaso, el notario lleva una copia del contrato al Registro de Tierras y el Registro Público, y lo registra. Luego de haberse registrado la compra está cerrada, y la propiedad pertenece a su nuevo dueño.
El notario también es responsable de acordar el pago y todos los costes adicionales.